Reseña de Todo lo peor
César Pérez Gellida
El mindhunter del KGB
FICHA TÉCNICA
Título: Todo lo peor
Autor: César Pérez Gellida
Nº de páginas: 480
Editorial: SUMA de letras
Fecha publicación: noviembre de 2019
SINOPSIS
La población homosexual del Berlín Este de finales de la Guerra Fría disminuye a manos de un asesino en serie mesiánico. Los esfuerzos por descubrir al asesino hubiesen sido otros de no ser porque una de sus víctimas es un miembro de la Stasi que manejaba una información a la que aspiran poseer las principales agencias de espionaje a nivel mundial.
EL AUTOR
César Pérez Gellida nació en Valladolid en 1974. Es Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y máster en dirección comercial y marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. Ha desarrollado su carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual hasta que, en 2011, decidió trasladarse con su familia a Madrid para dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor.
César Pérez Gellida irrumpió con fuerza en el mundo editorial con Memento mori, que cosechó grandes éxitos tanto de ventas como de crítica y obtuvo el premio Racimo de literatura 2012.
Constituía la primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, que continuó con Dies irae y se cerró con Consummatum est y por la cual le fue otorgada la Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses 2014 como reconocimiento a su ardua labor de documentación.
En noviembre de 2014 le otorgaron el Premio Piñón de Oro como vallisoletano ilustre, y en marzo de 2015 apareció su cuarta novela, Khimera. Actualmente sigue escribiendo y colabora como columnista en El Norte de Castilla.
En 2016 inició su segunda trilogía Refranes, canciones y rastros de sangre está compuesta por Sarna con gusto, Cuchillo de palo y A grandes males.
En noviembre de 2017 publicó Konets, con el cual cerró ambas trilogías.
En octubre de 2018, con Todo lo mejor inició la bilogía berlinesa, cerrada con Todo lo peor, que es la novela que traigo hoy al blog.

Ya te lo dije
Como ya te advertí en la reseña de La tragedia del girasol, no iba a ser aquella la última vez que comenzase a leer una serie de novelas de forma desordenada y de nuevo lo he hecho con esta bilogía en la que he comenzado por la segunda entrega. Puede que ya estés aburrido de oírmelo decir, pero si eres un socio del Club de los Desordenados, al que yo pertenezco y a cuya presidencia opto por méritos propios, no te vendrá mal oír que Todo lo peor es una novela que puede ser leída y disfrutada sin que haya pasado por tu vista (ignoro si hay versión para oído y tacto) Todo lo mejor. Como no deseo que se me acuse de apología del desorden, retomo mi costumbre de aconsejarte que no sigas mis pasos y que leas antes la primera entrega, estoy seguro de que será una experiencia más placentera y completa y, sin duda, el autor te lo agradecerá.
Siguiendo con el consejo de la novela:
Una vez dentro, habían ido directos al grano sin pasar por los incómodos y repugnantes preliminares…
Me aplico el cuento y dejo de aburrirte con mi especial sobre la teoría del caos.
¿Cuántos crímenes se cometen en el nombre de Dios?
No tengo idea de por dónde irá la cuenta, pero Todo lo peor contribuye a que este número se incremente.
Nos encontramos ante asesino en serie mesiánico con la misión de reducir la densidad de homosexuales en el Berlín Este de finales de la Guerra Fría.
Vosotros, los sodomitas, sois una plaga para la humanidad y yo me estoy encargando de luchar contra ella como en su día hizo Asa.
Este asesino en serie pone en jaque a las autoridades, sobre todo cuando una de sus víctimas es un miembro de la Stasi poseedor de una información que desean las principales agencias de espionaje a nivel mundial.
Entonces, ¿es una de policías o una de espías?
Desde que se inventaron las bravioli los indecisos en el universo patatil están de enhorabuena y César Pérez Gellida nos ofrece otra hibridación que a mí me ha gustado porque disfruto con ambos géneros, así que si este es tu caso no lo dudes y tírate de cabeza.
En la novela se desarrollan dos tramas principales, una que evoluciona junto a la investigación policial y otra que sigue las puñaladas traperas típicas de los espías. Estas dos tramas no solo intersectan en el miembro de la Stasi asesinado, también confluyen en el protagonista, Viktor Lavrov, el cual es un mindhunter del bloque soviético y agente del KGB.
El autor aprovecha esta estructura y salta de una trama a otra para dejar al lector con la miel en los labios, vamos, lo que viene siendo un cliffhanger de toda la vida. Este recurso se explota con la maestría de los mejores escritores de thrillers, aprovecha otras tramas secundarias y el desdoblamiento de las principales para ir cortando la narración en los momentos de máxima tensión. Esta técnica tiene el problema de que los lectores de mi tipo, aquellos que dedicamos tiempos cortos a la lectura y leemos varios libros a la vez, no los disfrutamos como se merecen, pero es que son tan pocos los momentos en que esto no ocurre que es muy difícil elegir el adecuado para detener la lectura.
¿Me he perdido?
No recuerdo el tiempo que hace que no leo una novela con tantos personajes, tal vez desde que leí la Biblia. ¡Ah, qué la Biblia no es una novela! ¡Ah, qué no he leído la Biblia (al menos toda)!
Dejando de lado este humor que viene como anillo al dedo para Todo lo peor, vuelvo con la matraca de los lectores de mi tipo. Lo hago porque somos más susceptibles de tener problemas con el juego del quién es quién. Es cierto que César Pérez Gellida ha tenido el detalle de agregar al principio de la novela una lista de personajes que facilita que esto no ocurra, pero como esta novela la he leído en formato de libro electrónico, no me apetecía estar yendo hacia atrás cada cierto tiempo. Así que, aunque al principio anduve a ratos perdido, me hice el firme propósito de no mirar la lista y, para mi sorpresa, según avanzaba en la lectura los personajes se fueron haciendo más familiares, incluso aquellos con alias, y he podido disfrutar de Todo lo peor sin la necesidad de tener que reubicarme con excesiva frecuencia.
Puede pensarse que un bosque tan frondoso te impida ver los árboles (le he dado la vuelta al refrán y ni me he inmutado), pero no es así. Al menos los personajes principales están bien desarrollados y en su mayor parte tienen más pliegues que una figura papirofléxica. En este grupo incluyo al mismo Viktor Lavrov, al inspector jefe de la Kriminalpolizei, Otto Bauer, a su hermanastra Brigit Bauer, sargento de la Kriminalpolizei, y, por supuesto, a Erika Eisemberg, miembro de la Sección de Espionaje, Soporte y Actuación de la Stasi y pareja de Viktor.
Pero claro, este plantel no estaría completo si dejase fuera a Asa, el asesino en serie mesiánico, un antagonista al nivel de los buenos de la película. Lo de los buenos y los malos es un decir, porque echar mano del maniqueísmo en esta novela no es asunto baladí. Dejando de lado este reduccionismo, Asa te demostrará que no es imaginación lo que le falta con sus métodos y planes.
Rico, rico
No te preocupes que no vengo a hablar de cocina, suficiente has tenido con las bravioli, en este caso me refiero al lenguaje. Con Todo lo peor me ha tocado echar mano del diccionario de vez en cuando, aunque para uso intensivo me viene a la memoria Intemperie de Jesús Carrasco, tal vez porque hace poco que vi la versión cinematográfica (ambas versiones muy recomendables). Puede ser que mi vocabulario no sea muy amplio, pero bien es cierto que algunas de las palabras son de uso poco común. No te asustes que con el contexto ni siquiera es necesario el uso del tocho de la RAE, si yo lo hago es porque tengo mis motivos.
Agradezco las lecturas que abren nuevos horizontes a mi vocabulario y mucho más si esta riqueza lingüística forma parte de un estilo literario con el que disfrutar, sobre todo si hay humor de por medio.
El timbre, mudo de nacimiento, le hizo explorar la vía manual con los nudillos…
Pero también cuando la cosa se pone seria:
—Cuando la vida quiere ser cruel, no hay mayor crueldad que vivir —sentenció él entre dientes.
Auf Wiedersehen
Adiós y dos cervezas, por favor, debe de ser lo único que puedo decir en alemán con cierta soltura y sin atragantarme, pero no podía despedirme de otra forma teniendo en cuenta el escenario de la novela. El de la localización de la acción es un tema que no he tocado hasta esta altura de la reseña, pero sobre el cual me gustaría realizar un apunte. Como en otros muchos aspectos de la novela, en este se puede detectar perfectamente la transpiración que hay detrás del trabajo de documentación. Dejarlo entrever sin empachar es todo un arte y, en Todo lo peor, César Pérez Gellida ha conseguido un resultado equilibrado en el que se muestra el Berlín de aquellos años y, sobre todo, el ambiente que debió de frecuentar el colectivo gay del final de la Guerra Fría. Pero como he dicho, la documentación no solo se deja ver en este aspecto, las estructuras de poder y las agencias de espionaje están también recreadas con todo lujo de detalles.
He disfrutado con Todo lo peor, a pesar de que su lectura se ha visto interrumpida mucho más de lo habitual y tal vez esto ha disminuido el placer que me hubiese procurado un poco más de continuidad (lo siento César). A dicho disfrute ha contribuido el tipo de narrador y la variedad en los puntos de vista, estilo muy deferente al de las últimas novelas que habían caído en mis manos y que ha contribuido a diversificar mis experiencias lectoras.
Y hablando del placer que encierra la diversidad, dar variedad al blog me está haciendo descubrir a muchos autores y el último ha sido César Pérez Gellida, del que había oído hablar a menudo y cuya obra desconocía. Después de la experiencia con Todo lo peor, puedo asegurarte que no será la última vez que su obra aparezca reseñada en el blog. Para empezar, y aunque no sea una reseña, en breve podrás leer las respuestas de César al cuestionario criminal.
Si aún no has leído esta novela te recomiendo que no pierdas la oportunidad, si ya lo has hecho te invito a que me cuentes que te ha parecido. Como es habitual al final de cada entrada, no te cortes y dispara lo que se te venga a la cabeza en la sección de comentarios.
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Fuentes de imágenes
Fotografía de cabecera:
Autor: Akitoshi Iio
Título: Freidrichstrasse and Unter den Linden
Licencia: by-sa 3.0
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Diseño: Chevi Diseñarte
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